PROVERBIOS  11





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ENTENDIENDO  PROVERBIOS 11

La tarjeta se encuentra basada en un lenguaje sencillo
de la Biblia NVI.
La explicacion se basa en la Biblia Reina Valera 1960

 

Proverbios 11

 

1 El peso falso es abominación a Jehová;

Mas la pesa cabal le agrada.

2 Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra;

Mas con los humildes está la sabiduría.

3 La integridad de los rectos los encaminará;

Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos.

4 No aprovecharán las riquezas en el día de la ira;

Mas la justicia librará de muerte.

5 La justicia del perfecto enderezará su camino;

Mas el impío por su impiedad caerá.

6 La justicia de los rectos los librará;

Mas los pecadores serán atrapados en su pecado.

7 Cuando muere el hombre impío, perece su esperanza;

Y la expectación de los malos perecerá.

8 El justo es librado de la tribulación;

Mas el impío entra en lugar suyo.

9 El hipócrita con la boca daña a su prójimo;

Mas los justos son librados con la sabiduría.

10 En el bien de los justos la ciudad se alegra;

Mas cuando los impíos perecen hay fiesta.

11 Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida;

Mas por la boca de los impíos será trastornada.

12 El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo;

Mas el hombre prudente calla.

13 El que anda en chismes descubre el secreto;

Mas el de espíritu fiel lo guarda todo.

14 Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo;

Mas en la multitud de consejeros hay seguridad.

15 Con ansiedad será afligido el que sale por fiador de un extraño;

Mas el que aborreciere las fianzas vivirá seguro.

16 La mujer agraciada tendrá honra,

Y los fuertes tendrán riquezas.

17 A su alma hace bien el hombre misericordioso;

Mas el cruel se atormenta a sí mismo.

18 El impío hace obra falsa;

Mas el que siembra justicia tendrá galardón firme.

19 Como la justicia conduce a la vida,

Así el que sigue el mal lo hace para su muerte.

20 Abominación son a Jehová los perversos de corazón;

Mas los perfectos de camino le son agradables.

21 Tarde o temprano, el malo será castigado;

Mas la descendencia de los justos será librada.

22 Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo

Es la mujer hermosa y apartada de razón.

23 El deseo de los justos es solamente el bien;

Mas la esperanza de los impíos es el enojo.

24 Hay quienes reparten, y les es añadido más;

Y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza.

25 El alma generosa será prosperada;

Y el que saciare, él también será saciado.

26 Al que acapara el grano, el pueblo lo maldecirá;

Pero bendición será sobre la cabeza del que lo vende.

27 El que procura el bien buscará favor;

Mas al que busca el mal, éste le vendrá.

28 El que confía en sus riquezas caerá;

Mas los justos reverdecerán como ramas.

29 El que turba su casa heredará viento;

Y el necio será siervo del sabio de corazón.

30 El fruto del justo es árbol de vida;

Y el que gana almas es sabio.

31 Ciertamente el justo será recompensado en la tierra;

¡Cuánto más el impío y el pecador!



(Biblia Reina Valera 1960)


 



Comentario al Proverbio  11

Tomado de "Comentario Exegético-Devocional A Toda La Biblia."
Libros poéticos -Proverbios Tomo-2. Editorial CLIE.

 

Versículo 1

Nada más ofensivo a Dios que el fraude en el comercio. Se menciona aquí el peso falso en representación de todas las prácticas injustas y fraudulentas en el trato con otras personas. Es abominación a Yahweh. Los hombres suelen tener en poco tales fraudes y piensan que todo está bien cuando se trata de ganar dinero. Mas la pesa cabal le agrada. Nada agrada tanto a Dios como el trato honesto y justo, y nada hay tan necesario para hacer que nosotros y nuestras devociones agraden a Dios.

Versículo 2

El orgullo es una vergüenza para el hombre, el cual ha sido formado del polvo de la tierra, vive de limosna, ya que depende de Dios en todo y, con el orgullo, pierde el derecho a poseer todo lo que tiene. El altivo se hace a sí mismo despreciable; es un pecado por el que Dios, con mucha frecuencia, abate a los hombres hasta lo más bajo, como hizo con Nabucodonosor y Herodes, cuya ignonimia vino inmediatamente después de su vanagloria. Así como en el orgullo hay necedad, pues acarrea deshonra, con los humildes está la sabiduría. El vocablo hebreo para ‘humilde’ sólo ocurre aquí y en Miq. 6:8, porción sublime.

Versículo 3

La integridad de un hombre honrado será su guía segura. Sus principios son fijos, su norma es cierta y, por eso, su camino es llano y libre de peligros; su sinceridad le mantiene firme y no tiene por qué cambiar de rumbo por muchas vueltas que dé el camino, pues le basta la brújula de su buena conciencia. En cambio, la perversidad del pecador es su ruina, por muy seguro que él se crea.

Versículo 4

En el día de la ira, cuando Dios visite con juicio de condenación al pecador, de poco le servirán todas las riquezas que haya acumulado: no le evitarán el golpe, ni le calmarán el dolor, menos aún, le sacarán el aguijón de la muerte ¿para qué, entonces, la hacienda, el poder y los títulos nobiliarios? Sólo una buena conciencia hará llevadero el día de la muerte. Es privilegio de los justos no ser dañado por la muerte segunda ni ser tan herido por la muerte primera.

Versículos 5-6

Estos dos versículos tratan del mismo asunto que el v. 3. Los caminos de la religión sincera son llanos y seguros, y en ellos se goza de una santa seguridad. La justicia del justo será su blasón y su defensa, para librarles de las seducciones, lo mismo que de las amenazas, del diablo y del mundo. Pero los malvados encontrarán en su pecado su castigo.

Versículo 7

Como dice Cohen, el hombre impío suele indicar, en Salmos y Proverbios, el malvado que está en posición de autoridad e influencia de las que abusa para actuar ilegalmente. Cuando él muere, no sólo perece su esperanza (el ‘su’ no está en el hebreo), sino la de los malhechores que con él tenían amistad y, por eso, quedaban impunes. Esta es la interpretación más probable de este versículo.

Versículo 8

Los buenos son sacados de los apuros en que se creían perdidos, y sus pies son colocados en amplio espacio (v. Sal. 34:19; 66:12). Dios tiene siempre medios de librar a los suyos cuando se hallan a un paso de la desesperación. En cambio, los malvados caen en fosos de los que se creían libres. Recuérdense los casos de Mordecay (Mardoqueo, en nuestras versiones) y Amán, de los amigos de Daniel en el horno de fuego, y del propio Daniel en el foso de los leones, así como del apóstol Pedro en la cárcel.

Mientras los israelitas hallaron la liberación a través del Mar Rojo, los egipcios hallaron allí su cementerio.

Versículo 9

Dice el refrán que más mató la lengua que la espada. Pero no hay lengua tan dañina como la del hipócrita, pues la espada del calumniador se ve venir, pero la del adulador da la puñalada por la espalda; añade así a la maldad traición.

El único remedio contra esta perversidad es el conocimiento (lit.) con el que los justos pueden penetrar, a través de la adulación, en la falsedad de los impíos.

Versículos 10-11

Estos versículos nos presentan el contraste entre los bienes que produce un buen gobierno, al escalar los buenos los puestos de poder y responsabilidad, y los males que produce la charlatanería de unos cuantos demagogos que embaucan a las masas y, con promesas de falsa libertad, abren las compuertas de toda clase de desórdenes y desmanes. Los malos pueden llegar a ser temidos, pero nunca amados, por eso hay regocijo casi general cuando ellos desaparecen.

Aun el bien o el mal de las personas particulares tienen influencia en la sociedad, pero la tienen sobre todo la bondad o la maldad de las personas que ocupan el poder.

Versículos 12-13

Se recomienda el silencio como ejemplo de verdadera amistad. El que tiene prudencia y entendimiento, sabe controlarse a sí mismo y calla aun en el caso de ser provocado, a fin de no dar rienda suelta a su pasión ni encender la pasión de los otros mediante palabras dichas en un momento de emoción malsana.

Pero el que carece de entendimiento, lo demuestra precisamente en esto: habla sin reflexionar y, a la menor provocación, llama a su prójimo ‘raca’ o ‘insensato’ o palabras peores en el lenguaje hodierno. Una de las personas más peligrosas y odiosas es la que anda en chismes y divulga secretos (comp. con 20:19 y véase Lv. 19:16). No hay peste tan mala como la de esta clase de personas, pues promueven discordias, ocasionan odios entre vecinos y parientes y son causa de los peores males.

Versículo 14

Comparando este versículo con 24:6, se advierte un contexto de guerra, de caída en manos del enemigo o de liberación de las manos de éste; en una palabra, de caída física más bien que de moral. Sin embargo, el proverbio tiene aplicación en todas las áreas. Donde hay buena dirección, hay éxito; donde no la hay, ha de temerse el fracaso. Pero, como dice nuestro refrán, «cuatro ojos ven mejor que dos», por lo que en la multitud de consejeros hay seguridad. Se sobreentiende que estos consejeros son competentes, honestos y generosos; de lo contrario, el número sólo sirve para aumentar la confusión. Basta con recordar el caso de Roboam.

Versículo 15

Se insiste ahora en algo que ya vimos en 6:1 y ss. Parece ser que el caso era corriente cuando Salomón escribió este libro; «De seguro sufrirá daño (lit.) el que sale fiador por un extraño. En cambio, el que evita lanzarse precipitadamente a este peligro, vivirá tranquilo, sin que le preocupe la responsabilidad que la fianza comporta, ni el riesgo de la bancarrota, que no sólo le afectaría a él, sino también a su familia.

Versículo 16

El sentido de este versículo en el hebreo (no en los LXX) es: La mujer agraciada, más por su prudencia que por su hermosura física, alcanzará honor (comp. 31:30), mientras que la fuerza bruta de los hombres sólo alcanza riquezas materiales. El proverbio, pues, muestra dónde está la verdadera fuerza del sexo débil, así como la debilidad del sexo fuerte.

Versículo 17

El hombre de bien, compasivo, benigno, generoso, se hace bien a sí mismo, pues tiene el placer del deber cumplido y de contribuir al bienestar de sus prójimos; su propio carácter se enriquece con el ejercicio de su bondad, mientras que el cruel se atormentará a sí mismo (lit. su carne, en contraste con ‘su alma’ en el primer estico), puesto que en el pecado lleva la penitencia.

Versículo 18

Se llama aquí falso’ al jornal del malvado, no porque lo haya ganado injustamente, sino porque sólo posee valor temporal; así que edifica sobre arena; se mostrará su falsedad cuando venga la tormenta. En cambio, el que siembra justicia tendrá un galardón tan firme como la verdad en que se apoya (lit). galardón de verdad).

Versículo 19

Este versículo parece confirmar y remachar lo dicho en los anteriores, pues la mejor traducción del adverbio inicial (ken) es ‘sí’ (comp. Jos. 2:4), con lo que el proverbio, como dice Cohen, ofrece una enseñanza que nos es familiar en este libro: «la justicia prolonga la vida; la maldad la acorta».

Versículo 20

Nos interesa saber qué es lo que Dios odia y ama, para conducirnos de acuerdo con ello. Siendo Dios la santidad infinita, necesariamente ha de amar al de camino intachable, mientras que los perversos de corazón le resultan abominables (más aún, abominación). En hebreo, se nota el contraste entre los ‘íntegros’ (temimey) y los ‘torcidos’ (iqshey).

Versículo 21

Este versículo comienza literalmente: « ¡Mano a mano!» (expresión que se halla también en 16:5b) y cuyo sentido es: «¡Te lo aseguro!». El origen de la expresión hebrea ha de hallarse en la costumbre de chocar la mano para confirmar un asunto entre dos personas. Se expresa así la seguridad que el escritor tiene sobre la enseñanza que ofrece al decir que (tarde o temprano) el malo será castigado, mientras que la simiente (lit.) de los justos será librada, esto es, escapará del castigo. Aunque es posible que se quiera dar a entender que la justicia de los padres traerá bendición a su descendencia, la comparación que aquí se hace favorece a la opinión que ve en el vocablo zéra algo parecido al término ‘generación’, perífrasis comente (Todo es aquí nota del traductor).

Versículo 22

Muy expresiva es la comparación de una mujer hermosa, pero sin seso (lit. sin (buen) gusto), con un anillo de oro en el hocico de un puerco. Era éste un adorno comente entre las mujeres orientales (v. Gn. 24:22; Is. 3:2 1), pero, fuera de lugar en el hocico de un cerdo. Esto da a entender, una vez más, que la hermosura es accidental en una mujer (comp. 31:30) y que lo sustancial en ella es fe, amor, santificación y cordura (1 Ti. 2:15). Más aún, la belleza sin virtud sólo sirve de incentivo para las bajas pasiones, propias y ajenas, y, por eso, una mujer bella sin seso vendrá a ser como la puerca lavada que, con anillo de oro en el hocico, vuelve a revolcarse en el cieno (2 P. 2:22).

Versículo 23

El justo desea solamente lo que es verdaderamente bueno, tanto para él como para otros; a nadie quiere hacer ningún mal; a todos desea lo mejor, especialmente el favor de Dios y el testimonio de una buena conciencia. Tendrán lo que desean (Sal. 37:4). Los malvados, en cambio, esperan y desean hacer mal a otros, pero el mal se volverá contra ellos mismos, pues atraen sobre sí la ira de Dios (comp. Ro. 1:18 y ss.).

Versículo 24

Una persona puede hacerse rica administrando sus haberes con prudencia, dentro de la cual cabe emplear sumas razonables en obras de piedad y caridad, con lo que, en vez de menguar sus bienes, los aumentará, como el cereal se aumenta sembrándolo. Por el contrario, el hombre tacaño que llega a retener más de lo que es justo, ya sea por no pagar las deudas, por no aliviar a los pobres o por no proveerlo que es conveniente para la familia, vendrá a pobreza, pues carecerá de la bendición de Dios.

Versículo 25

El alma generosa, que ora por los demás, especialmente por los pobres y los afligidos, y procura proveerles de lo necesario, será engordada (lit.), conforme al uso de este vocablo para indicar prosperidad (comp. 13:4; 28:25 y Dt. 32:15, entre otros lugares). El que riega a otros con las corrientes de su generosidad, también él será regado (lit.). Ciertamente Dios devuelve abundantes aguaceros de bendición.

Versículo 26

Es pecado, cuando el grano está escaso, retenerlo con la esperanza de que se ponga más caro y obtener así en el mercado un subido beneficio. En cambio, Dios bendecirá y recompensará la honestidad y la generosidad del que lo vende a su justo precio para satisfacer las necesidades ajenas.

Versículo 27

El que madruga (lit.) para procurar el bien de su prójimo, se granjea la buena voluntad y el favor de sus semejantes; se hace de querer y, lo que es mejor, obtiene el favor de Dios. Pero el que busca el mal de otros (lo contrario de Est. 10:3), atraerá sobre sí el mal que busca.

Versículo 28

La virtud se mantiene en pie aunque caigan las riquezas, como un árbol que retoña y reverdece aunque lo hayan cortado. En cambio, el que se apoya en riquezas sin virtud, caerá sin remedio cuando caigan éstas y no volverá a levantarse.

Versículo 29

Se condenan aquí dos extremos en el modo de administrar los negocios de la familia: 1. La tacañería en el usó del dinero, la ansiedad en el negocio y el miedo, rayando en el pánico, a la bancarrota, hace que muchos siembren en sus familias el desorden. Al privar a sus familias de lo necesario por temor a gastar innecesariamente, hacen que el dinero les resulte prácticamente inservible. Viento es aquí, como en Jer. 5:13 y frecuentemente, en Eclesiastés, símbolo de lo insustancial. 2. Por otra parte, el descuido y la falta de prudencia en la administración de los negocios llevan a la bancarrota, con lo que la persona así empobrecida, necia, llega a ser esclava de quienes tienen mejor sentido. Es probable, sin embargo, que la 2a. parte del versículo sea una secuencia de la P. -nota del traductor- y que el sentido sea: al esforzarse en acumular riquezas de cuyos frutos no saben gozar, se convierte prácticamente en un esclavo de quienes le hereden y, siendo más sabios que él, sabrán emplear mejor el dinero que recibieron.

Versículo 30

Los justos son como árboles de vida (comp. 3:18); los frutos de su piedad y caridad, de sus instrucciones, reprensiones, ejemplos y oraciones, así como su favor en el cielo y su influencia en la tierra, son como los frutos de ese árbol, que contribuyen al mantenimiento espiritual de muchos. Si son sabios, sus frutos son todavía mejores y más abundantes, pues, ganan almas, es decir, atraen a otros para darles buenos consejos y comunicarles sabiduría. No se trata aquí de la salvación eterna.

Versículo 31

Este es el único proverbio de Salomón que comienza con una nota de atención « ¡Mirad!» (lit.), lo cual insinúa que contiene una verdad, no sólo evidente, sino eminente. El sentido del proverbio se comprende bien si se compara con 1 P. 4:18 y a la luz de la 2a. parte del versículo: El justo será retribuido, en sentido de castigado, por el mal que haga y por el bien que deje de hacer en este mundo. Y si esto es así, ¡cuánto más el impío y el pecador! Esto no significa -nota del traductor- que un determinado pecado sea menos grave en el hijo de Dios que en el pecador no convertido, sino que la práctica ordinaria del impío es el pecado, mientras que el que es nacido de Dios, no practica el pecado (1 Jn. 3:9); puede caer en él (1 Jn. 1:8, 10), pero no persevera en él.



Fuente: adorador.com

 



 

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